Don't stop believing.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Imaginas Niall Horan Cap.31



                                                 DOS VIDAS, UN DESTINO

                                     -Capítulo 31-


 (Hola chicaas, gracias por leer mi novela(: alfinal os contaré que tiene más de un secreto, si leeis la novela porfas dejar un comentario para que sepa que os parece y en que puedo mejorar :D un besoo a todaas <3 )

Marta y Harry miraban las estrellas, en silencio, cada uno absorto en sus pensamientos.
-¿Ves todas esas estrellas?.- dijo Harry rompiendo el silencio y señalando al cielo.
-Sí.- dijo Marta.
-Todas brillan mucho, ¿verdad?
La chica asintió.
-Bueno, pues algunas dejaron de brillar hace mucho tiempo, pero en su día brillaron tanto que hoy aún nos llega su brillo y siguen fijas en el firmamento.
-¿Quieres decir que murieron?
-Sí, lo mismo ocurre con las personas, algunas nos marcaron tanto que aunque hayan muerto, siguen fijas en nuestros corazones.- dijo Harry mirándole.
-Eso es muy bonito.
-Marta.- dijo él girándose para mirarla.
Ella también se giró.
-¿Qué pasa?
-No quiero perderte, nunca.
-No lo harás Harry.
-¿Y cuándo la distancia esté presente?
-Tú mismo me dijiste que aprovechásemos los últimos días juntos, ¿no?
-Sí, pero...
-Harry, aún nos queda una semana o así hasta que las clases empiecen de nuevo y te tengas que marchar a Inglaterra.
-Pero esque tengo que contarte algo.
Harry se tensó y apretó la mandíbula, Marta al verlo se preocupó por la noticia que Harry estaba a punto de darle.

*****

Os costó llegar a casa, hicisteis algún turno para empujar y Niall te enseñó las marchas.
Ya había anochecido, pero el cielo todavía no estaba muy oscuro, las estrellas brillaban en el firmamento y las farolas de la calle estaban iluminadas.
Niall aparcó el coche delante de su casa.
-¿Te apetece ir a dar una vuelta?.- dijo él.
-Vale, pero sin el coche, ¿no?
-Claro, no tiene gasolina...- dijo él riendo.
-Ahora que lo pienso deberíamos haber ido a una gasolinera antes a poner gasolina, sino mañana nos pasará lo mismo.
-Tienes razón... bueno ya iremos Harry y yo.- dijo él.
-¿Entonces a dónde te apetece ir?.- dijiste tú mirándole.
Niall te dio la mano.
-Vamos.
Andasteis diez minutos nada más y Niall te llevó a un campo de fútbol, estaba cerca de vuestra casa pero como no habías tenido tiempo de explorar la zona, no sabías de su existencia.
-Mmm, que romántico.- dijiste mirando el campo iluminado por cuatro grandes focos cada uno en una esquina.
Niall rió al notar tu ironía.
Os tumbasteis en la mitad del campo, observabais las estrellas.
-Cuando era pequeño venía aquí alguna noche cuando necesitaba pensar.- dijo Niall poniendo las manos por debajo de su cabeza.
Tú apoyaste tu cabeza sobre su pecho.
-¿Y sobre que pensabas?
-Bueno, mis padres se separaron cuando yo todavía era un crío...
-Oh, lo siento mucho.- dijiste.
-No tienes por qué sentirlo, es la verdad, yo era un enano y me costó asumirlo, así que venía aquí a pensar y a mirar las estrellas.
-¿Y por qué venías justo aquí, a este lugar?
-Por que yo jugaba al fútbol cuando era pequeño y las únicas veces que mis padres se juntaban era cuando venían a verme jugar en los partidos, por eso elegía este lugar.
Un silencio incómodo.
-Es bonito.- dijiste mirando el sitio.
-Eres la única persona con la que he hablado de esto.
Tú sonreiste.
-Confío en ti, Andrea, me transmites confianza.- dijo Niall mientras jugaba con tu pelo.
-Tú a mi tambien.
Niall se acercó a ti para besarte pero se encendieron los aspersores.
-¡Ahhhh!.- empezaste a gritar como loca.
Niall se reía a carcajadas viendote como saltabas como una cría.
-¡Está helada!.- decías corriendo.
Él corría detras de ti.
Con suerte no estabas muy mojada pero Niall estaba empapado de arriba a abajo.
-¡Dame un abrazo Andreaaa!.- decía el chico corriendo hacia ti con los brazos extendidos. Tú te giraste para mirarle.
-¡Niall nooo!.- decías riendo, pero cuando reías se te hacía difícil correr, así que te paraste y viste como tu novio con mentalidad de 13 años, se acercaba a ti corriendo para mojarte.
-¡Andreaaa!.- dijo él feliciano.
Se acercó a ti y te dio un abrazo enorme, parecía un osito de peluche.
-Te quiero princesita.- te dijo susurrando al oído.
Entonces os separaseis y miraste tu ropa, empapada.
Solo una prenda se había salvado, la chaqueta de Niall que antes de que los aspersores se encendiesen, había dejado colgada en una de las porterías.
-Estoy helada.- dijiste frotándote los brazos.
-No me extraña, te has empapado.
-Ah, ¿y a sido culpa de...?- dijiste riendo.
-Tuya, Andrea parecías una cría mojándote con los aspersores.- dijo conteniendo la risa y notándose la ironía.
Tú te acercaste y le diste un golpe en el hombro.
Él, antes de que pudiese apartarte, te cogió como una princesa y cruzó el campo de fútbol.
-Niall, me voy a mojar más de lo que ya me has mojado.
-No si yo te llevo en brazos.
-Pero te vas a empapar tú.- dijiste riendo.
-Eso no me importa con tal de que tú estés bien.
Pasasteis todo el campo hasta llegar a la otra portería, te dejó en el suelo y tú le miraste, estaba completamente empapado, hasta su pelo estaba mojado.
-Niall... mírate, estás mojadísimo.
-Ahora mírate tú, ¿cómo estás?
-Casi seca...
-Eso es lo que importa.- Cogió la chaqueta y te la puso por encima, luego paso su brazo por tu hombro y te arropó como a un pequeño peluche.
-¿Estás seguro de que no la quieres tú?.- preguntaste.
-No, tú tienes más frío que yo.- dijo él sonriendo.
Llegasteis a casa y cuando Niall iba a sacar las llaves, sonó su teléfono.
 

2 comentarios:

  1. Epaaaaa seguilaaaa sos una genia me encantaaaaaaa<333

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. graciaaaas, intentare subir aunque ya he empezado las clases... os avisare por @CrazyMofo1301 graciias por comentaaar <3

      Eliminar